Hoy trataremos el supuesto de un accidente de tráfico en el que cada implicado mantiene una versión diferente sobre la dinámica del siniestro, sin que existan testigos o cualquier otro tipo de prueba que pueda acreditar la versión de uno frente al otro. Nos encontramos, por lo tanto ante versiones contradictorias, reprochándose cada conductor la responsabilidad en el accidente, y siendo imposible probar quién es el culpable.